Patología mamaria

2. Implantes mamarios

La colocación de implantes mamarios es un procedimiento quirúrgico y, por tanto, implica una serie de riesgos inherentes a toda cirugía.

Un implante mamario es un producto que como cualquier otro material puede deteriorarse con el paso del tiempo. Si se produce esa eventualidad, sería necesaria otra operación. También se puede sufrir una contractura de la cápsula generada por el cuerpo y ocasionar deformidad y dolor. Puede infectarse, romperse, incluso de forma excepcional, su presencia puede relacionarse con algunas enfermedades.

Todas las portadoras de implantes mamarios deben someterse a controles periódicos para detectar eficazmente cualquier circunstancia anómala.

Condiciones previas

Los mejores resultados se obtienen cuando la mujer ya ha alcanzado su desarrollo mamario completo. Es por eso que, si la paciente es muy joven, debería plantearse someterse a esta intervención quirúrgica más adelante.

Además, debe ser emocionalmente madura, estar muy convencida de su decisión, una vez conocidas todas las circunstancias, y tener unas expectativas realistas acerca de los cambios físicos que esta operación tendrá en su cuerpo.

Elección y consulta con el especialista

Los especialistas en cirugía plástica, estética y reparadora son los profesionales indicados para efectuar esta intervención ya que cuentan con la formación y experiencia necesarias para obtener los resultados adecuados y solucionar posibles complicaciones.

El cirujano valorará la situación física y emocional de la paciente, así como las condiciones morfológicas y cutáneas del cuerpo en general y de la mama en particular.

Analizará el tipo y el tamaño del implante atendiendo a los cambios de peso y a si la mujer ha estado embarazada previamente, además de estudiar otros factores como son los antecedentes médicos y quirúrgicos, los antecedentes familiares de cáncer de mama y enfermedades autoinmunes, la medicación que pueda tomar la paciente, los resultados de sus mamografías y sus hábitos de vida como, por ejemplo, el tabaquismo.

¿Dónde y cómo se practica esta intervención?

Debe de realizarse en un hospital con las máximas garantías de seguridad y las condiciones sanitarias adecuadas. Deberás permanecer ingresada durante un tiempo variable, en función del procedimiento.

En el caso del aumento de pecho, la incisión suele localizarse alrededor de la areola, debajo del pecho o en la axila y la prótesis se coloca encima o debajo del músculo pectoral.

Si se trata de una reconstrucción mamaria, el proceso varía notablemente en función de la técnica y del volumen restante de mama, así como del tratamiento previo seguido por la paciente.

Se suele utilizar anestesia general, aunque también puede utilizarse anestesia local y sedación.

Las molestias posteriores a cirugía son controladas con analgésicos convencionales. Al finalizar la intervención, la paciente deberá llevar durante un tiempo vendaje compresivo y posiblemente un drenaje.

La seguridad de los implantes

Los implantes cuentan con garantías a largo plazo, pero un implante mamario puede deteriorarse y, en ese caso, es necesario sustituirlo por otro.

Las prótesis mamarias deben contar con los certificados legales pertinentes. Constarán en un registro Nacional de Implantes y la paciente recibirá una tarjeta identificativa del implante que debe guardarse.

Recuperación

Durante los primeros días, es importante evitar los movimientos bruscos. Los puntos se retirarán siete días después de la intervención. Una vez pasen unas semanas, la inflamación irá disminuyendo, con lo que la paciente podrá mover los brazos con soltura y volver a hacer ejercicio. Los resultados definitivos de la intervención comenzarán a verse pasados unos meses.

Será necesario acudir a visitas post-operatorias sucesivas y a controles periódicos. En caso de detectar algún cambio significativo, es importante acudir al especialista.