Preeclampsia

La Preeclampsia (PE),  es la complicación más peligrosa del embarazo. Puede aparecer hasta en un 10% de embarazos y debutar en el curso de un embarazo o en el postparto.

Las causas de su aparición no son bien conocidas, aunque parece que el problema radica en una disfunción vascular causada por toxinas o mediadores de inflamación, producidos por la placenta. En la actualidad se acepta que en la preeclampsia que aparece antes de la semana 34, existe un desequilibrio entre los factores proangiogénicos (que disminuyen) y los antiangiogénicos (que aumentan). Los más estudiados son el PIGF y el sFIt-1. La relación sFIt-1/PIGF se utiliza para el diagnóstico y predicción de efectos adversos de la PE y, por tanto, para estimar el momento idóneo para finalizar la gestación.

Es más común en un primer embarazo, en mujeres mayores de 35 años y en aquellos casos de historia familiar de hipertensión. Pero el riesgo de aparición es mayor si se ha sufrido preeclampsia en una gestación anterior. En mujeres  enfermedades (diabetes mellitus, hipertensión arterial previa, lupus eritematoso, trombofilias, enfermedad renal), obesidad (IMC > 30) y en la raza negra también es más frecuente la PE.

A lo largo de la gestación son factores de riesgo de preeclampsia el embarazo múltiple, la diabetes gestacional, la ganancia excesiva de peso y el incremento de la tensión arterial media por encima o mayor de 95, entre otros.

Se caracteriza por hipertensión (HT), TAS ≥ 140 mmHg o TAD ≥ 90 mmHg en 2 tomas separadas de 6 horas, Doppler uterino patológico (IPM > p95) y se asocia generalmente a proteinuria (> 300 mg de proteínas en la orina de 24 h).

Se asocia con retraso del crecimiento intrauterino (RCI) fetal y bajo peso al nacer por la prematuridad asociada y son posibles las complicaciones graves maternas.

Generalmente se clasifica en leve o grave según los síntomas maternos asociados.

El único tratamiento es finalizar la gestación, pero si estamos ante un bebé prematuro y las condiciones clínicas lo permiten, se indica un tratamiento médico, controles ambulatorios o el ingreso de la madre (para un control más riguroso), con la única finalidad de conseguir reducir la prematuridad.

Cuando diagnosticamos una preeclampsia es aconsejable, aunque no está demostrada su eficacia, el uso de suplementos de calcio y aspirina (75-150 mg/día por la noche). No se aconsejan dietas hiposódicas e hipocalóricas y sí se aconseja disminuir la actividad física.

Totalmente demostrado el uso de tratamientos hipotensores, para mantener tensiones arteriales más bajas. Aunque no interesa bajar en exceso la TA.

¿Cómo prevenir la PE?

  1. Dieta rica en Calcio. Si la ingesta de Calcio es menor a 600 mg/dia 0 de 2 raciones/d se recomiendan suplementos de Calcio (> de 1 gr/dia)
  2. Durante el 1er trimestre (11-14 semanas) calcular el riesgo individual de PE (existen calculadoras para tal fin que incluyen el IPMedio de las Arterias Uterinas, calculado con Ecografia Doppler). Si existe Riesgo elevado, se aplicarán controles más rigurosos.
  3. Control de TA con regularidad
  4. Vigilancia nutricional para evitar el excesivo incremento ponderal
  5. Controles analíticos de sangre y orina
  6. Evitar el tabaco ya que éste aumenta la TA
  7. Evitar el stress
  8. Complementos de Acido Fólico
  9. Dieta rica en antioxidantes (Vitamina C y E)
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