El dolor de espalda es, desgraciadamente, una molestia bastante frecuente en el embarazo. Las causas suelen ser principalmente físicas: un cambio en la curvatura de la columna vertebral; la contracción de la musculatura de la espalda o la relajación de la musculatura de la pelvis, todo ello provocado por el aumento del tamaño del útero y el incremento del peso que, inevitablemente, provoca la gestación.
¿Qué podemos hacer para aliviarlo?
- Usar zapatos de tacón medio (ni planos, ni tacón alto).
- Sentarse en sillas cómodas, colocando de manera adicional almohadones en la zona lumbar de modo que la espalda quede recta.
- Dormir en una cama dura.
- No levantar peso desde el suelo. Nosotras siempre recomendamos agacharse, flexionar las rodillas y las caderas, coger el objeto y levantarse estirando las piernas. Nunca flexionar la columna.
- Aplicar calor local donde esté la molestia ayuda a aliviarla. Darse duchas calientes, usar una manta eléctrica o almohadillas, por ejemplo.
- Utilizar fajas abdominales.
- Realizar ejercicios que fortalezcan los músculos del abdomen y de la espalda. Estos ejercicios suelen aprenderse en clases de gimnasia prenatal.