Decidí estudiar Medicina por lo apasionantes que son los temas que se abordan; cuando algo te gusta, las horas que inviertes en estudiar se pasan volando y tienes inquietud en ampliar y buscar más información.
Mi segunda decisión fue elegir la especialidad, opté por ser ginecóloga porque permite poder estar cerca de la mujer en muchas facetas, desde la atención en la consulta hasta la posibilidad de hacer cirugía, la acompañas en momentos clave de su vida como es el embarazo, el parto, en caso de enfermedades tanto leves como serias, la ayudas en decisiones como puede ser elegir un método anticonceptivo, prepararse para ser madre, sobrellevar la transición a la menopausia. Por ser mujer, yo me identifico con lo que se siente, se dice, se calla y se piensa en determinadas circunstancias.
No sería capaz de elegir otra profesión, mil veces más volvería a elegir la Ginecología.