A los bebés que nacen antes de las 37 semanas se les considera prematuros y, por eso, son más vulnerables a determinadas enfermedades y situaciones de riesgo. Aunque, en algunos casos, el parto prematuro es inevitable, hoy se sabe que las embarazadas pueden cuidar ciertos aspectos de su día a día para prevenirlo.
Recomendaciones
- Dejar de fumar y de consumir alcohol o drogas. Son los principales factores de riesgo evitables. Está demostrado que el tabaco incrementa el riesgo de prematuridad y de bajo peso al nacer
- Controlar el bajo peso (extrema delgadez).
- Corregir la anemia. Si se detecta una anemia de forma precoz, se recomienda tomar un suplemento de hierro; pero si los depósitos de este mineral son suficientes no será necesario hasta más adelante.
- Tomar alimentos ricos en omega 3. Es saludable llevar una dieta rica en ácidos grasos omega 3 (presente en el aceite de oliva y el pescado azul)
- Vigilar tu alimentación. Es saludable llevar una dieta baja en grasas y consumir frutas y verduras. Si existe algún déficit nutricional, se puede optar por suplementos para corregirlos
- Higiene dental. Es recomendable acudir al dentista si sospechamos que padecemos alguna infección dental ya que, aunque infrecuente, puede, vía sanguínea, ser causa de parto prematuro de origen infeccioso.
- Tratar las infecciones de orina diagnosticadas con un análisis de orina (sedimento y urinocultivo). Es muy importante tratar con antibióticos las infecciones de orina, aunque no provoque síntomas, ya que se reduce el riesgo de pielonefritis (infección de riñón).