La práctica del yoga, con la supervisión de un especialista, está indicada en el embarazo ya que se trata de la realiación de unos ejercicios que aportan numerosos beneficios para la mujer gestante:
Sirve para aprender a respirar
- Ejercitar la respiración y los músculos son dos de las prioridades del Hatha Yoga, que incluye la técnica de respiración conocida como “ujayi”, que consiste en inspirar profunda y lentamente por la nariz hasta llenar los pulmones de aire, y, luego, exhalar hasta comprimir el estómago.
- Estos ejercicios son muy parecidos a los de las clases de educación maternal.
Sirve para fortalecer la musculatura
- Si fortalecemos la musculatura, sobre todo la de la zona pélvica y la de las caderas, se facilitará el progreso natural del parto.
- Ayuda a aliviar los dolores de la columna causados por el crecimiento del abdomen.
- Al mejorar la musculatura pélvica, reducimos el riesgo de incontinencia de orina y de estreñimiento.