Riesgos laborales durante el embarazo

La actividad laboral en general no supone un riesgo para el embarazo, pero, en algunos casos, no es aconsejable compaginar la gestación con tu trabajo habitual, porque puede ser perjudicial para tu salud y para tu bebé.

Lo primero que debes hacer es comunicar a tu empresa que estás embarazada, para que el servicio de prevención de riesgos laborales adopte las medidas preventivas oportunas. Por ejemplo, si trabajas con radiaciones ionizantes o con productos químicos, existe riesgo de aborto y daño fetal.

En caso de gestaciones de riesgo, consultar siempre con el ginecólogo el tipo de actividad laboral que la paciente puede realizar.

Aunque, en principio, tu trabajo no entraña peligros ni para ti ni para tu bebé, es importante tener en cuenta las siguientes recomendaciones:

  1. Evitar periodos prolongados en la misma postura o de pie ya que pueden favorecer la aparición de problemas musculares (como la lumbalgia) o empeorar complicaciones vasculares (como edemas y varices).
  2. Hacer pausas periódicas para mejorar la circulación venosa.
  3. Utilizar medias de compresión si la actividad laborar supone estar de pie durante periodos prolongados. Las medias compresivas mejorarán el retorno venoso reduciendo el riesgo de edemas, varices y trombosis.
  4. Realizar ejercicios de relajación y estiramientos con el objetivo de evitar problemas musculares como ciática y lumbalgia.
  5. Utilizar alzapiés que permitirán reducir el riesgo de edemas y mejorar la postura corporal.
  6. Utilizar sillas ergonómicas para corregir la lordosis (eje desviado de la columna vertebral) y así reducir el riesgo de lumbalgia y otros problemas musculares.
  7. Evitar el frío o calor excesivos.
  8. Evitar el contacto con restos o productos biológicos y con personas infectadas para evitar el riesgo de contagio y el riesgo de transmisión vertical al feto.
  9. Cuando exista manipulación de carga puede existir un riesgo de sobrecarga muscular en la gestante, así como de aparición de contracciones uterinas. Se recomienda no levantar más de 5-10 kg de peso continuo. Al realizar una manipulación de carga es recomendable utilizar una buena ergonomía (cerca del cuerpo, piernas separadas y flexionadas, y mantener la espalda recta).
  10. Evitar riesgos químicos y la exposición a productos como lejía, mercurio, plomo y disolventes volátiles (gasolina, xilol y formol).
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