Parche anticonceptivo

El parche es un método anticonceptivo hormonal. Concretamente, contiene hormonas similares a las que se producen en los ovarios, un gestágeno llamado norelgestromina y el estrógeno etilinilestradiol, que actúan por vía transdérmica, es decir, a través de la piel, suprimiendo la ovulación.

Otros tipos de anticonceptivos hormonales son la píldora -vía oral (todos los días)- y el anillo -vía vaginal (cada tres semanas)-. Consulta a tu doctora cuál es el método que mejor se adapta a ti.

El parche anticonceptivo se comercializa en España desde 2003 y, gracias a la absorción cutánea, la fluctuación de los niveles sanguíneos es menor que con los anticonceptivos orales, por lo que se reducen sus efectos secundarios, manteniendo el control del ciclo menstrual y la eficacia contraceptiva.

En concreto, el parche es un método reversible, seguro para la salud y muy eficaz. Consiste en colocar un parche semanal durante tres semanas consecutivas y dejar una semana de descanso antes de comenzar el siguiente ciclo. Ofrece un margen de seguridad de 48 horas frente al olvido de cambio de parche a partir del segundo parche.

Se comercializa en cajas de 3 y 9 parches para uno y tres ciclos, respectivamente. Cada parche tiene un diámetro de 3,6 centímetros.

No protege de las enfermedades de transmisión sexual por lo que debes utilizar preservativo si crees que en tus relaciones puede existir riesgo de contagio.

Normas de uso

  1. Elige la zona del cuerpo donde te quieres colocar el parche: nalgas, brazo, hombro o abdomen. No debe aplicarse en los senos. La zona que has elegido debe estar seca, sin cremas, maquillajes ni lociones e intacta. Nunca sobre piel irritada, enrojecida o cortada.
  2. Ponte el primer parche el primer día de la regla presionando bien sobre la zona anatómica que has elegido. Es importante revisar que el parche esté bien adherido a la piel cada día.
  3. Cambia el parche cada siete días coincidiendo siempre en el mismo día de la semana, hasta un total de tres parches por ciclo. Lo puedes colocar en la misma zona anatómica, pero en un lugar diferente lugar para evitar irritaciones. Conviene que elijas el mismo momento del día para hacer el cambio de un parche por otro.
  4. Cuando te quites el último parche, deja una semana de descanso, durante la cual tendrás un sangrado que sustituye a la regla natural.
  5. Pasados los siete días de descanso, colocas un parche nuevo, aunque no hayas terminado la “regla” artificial y empiezas un ciclo nuevo.

Si sigues correctamente las indicaciones de uso, este método anticonceptivo es eficaz desde el primer parche. La colocación de los parches debe coincidir siempre el mismo día de la semana.

Si aplicas el parche en el primer día de menstruación, existe seguridad anticonceptiva desde el primer día. Si el inicio es posterior, debe recurrirse a un método de barrera, por ejemplo, el preservativo, durante una semana.

La eficacia del parche contraceptivo es del 99%, similar a la de la píldora, en condiciones perfectas de uso. La eficacia disminuye en mujeres de más de 90 kilogramos de peso, por lo que este factor debe ser tomado en consideración a la hora de prescribir este método.

Posible riesgo de fallo

Puede producirse un fallo en este método anticonceptivo, si:

  1. Se te despega el parche durante más de 24 horas. Pon uno nuevo, reinicia el ciclo y emplea preservativo durante siete días.
  2. Retrasas el cambio del parche más de 48 horas. Pon uno nuevo, reinicia el ciclo y emplea preservativo durante siete días.
  3. Retrasas el comienzo del siguiente envase. Pon el parche en ese momento y utiliza preservativo durante siete días.
  4. Tomas medicamentos como antiepilépticos, rifampicina, hierba de San Juan y antirretrovirales. Informa a tu doctora porque estos tratamientos pueden disminuir la eficacia del parche anticonceptivo.

Beneficios

La anticoncepción hormonal tiene efectos beneficios que incluyen la reducción de la cantidad, la duración y el dolor de regla, la regulación del ciclo menstrual, la mejoría del acné y la protección frente a determinados cánceres ginecológicos (ovario y endometrio).

Efectos secundarios

Los efectos secundarios, si se producen, suelen ser leves y ocurren durante los tres primeros meses. Lo habitual es que desaparezcan espontáneamente en ese tiempo.

Los efectos secundarios más frecuentes pueden ser dolor de cabeza, dolor en las mamas, alternación del carácter, disminución de la apetencia sexual y alteraciones del ciclo menstrual, que pueden incluir sangrado escaso, sangrado entre reglas y ausencia de sangrado.

Además, cada vía de administración puede tener efectos secundarios propios: náuseas y vómitos en el caso de la píldora; irritaciones en la zona de la piel en la que está el parche; y aumento de flujo vaginal en el caso del anillo.

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