El suelo pélvico o periné es un conjunto de músculos que sostienen la parte inferior del abdomen y sirven de apoyo a la vejiga, al útero y a una porción del intestine.
Es por eso que recuperar el suelo pélvico es uno de los aspectos más importantes de los cuidados postparto, ya que su debilidad provoca:
- Incontinencia urinaria de esfuerzo o fecal. Se pueden producir pérdidas de orina ante esfuerzos como toser o estornudar.
- Descenso de órganos como la vejiga (cistocele), útero (prolapso) o el recto (rectocele), asociados o no a la incontinencia.
- Dolor pélvico.
- Disfunciones sexuales como dolor al tener relaciones sexuales, disminución de la sensibilidad o dificultad para llegar al orgasmo.
La lesión o la debilidad de la musculatura perineal puede estar ocasionada por:
- En el embarazo, tanto el peso del útero como el efecto relajador de las hormonas pueden debilitar el suelo pélvico.
- El parto provoca lesiones en el músculo y en las terminaciones nerviosas del periné durante el período expulsivo. Además, los esfuerzos realizados actúan directamente sobre la musculatura del suelo pélvico.
- Si has tenido un parto por cesárea también debes cuidar tu suelo pélvico, porque dicha musculatura ha estado soportando la presión abdominal igualmente durante 9 meses
Es importante comenzar a cuidar el suelo pélvico antes del embarazo o durante la gestación porque, en ocasiones, existe una falta previa de tono muscular.
Debe evitarse:
- La gimnasia abdominal, especialmente si los músculos rectos abdominales están separados.
- Estancias prolongadas de pie. El simple hecho de estar de pie, en contra de la gravedad, es un esfuerzo para el suelo pélvico.
- Cargar peso
- Esfuerzos que produzcan presión abdominal como los que se derivan de defecar en casos de estreñimiento.
- No realizar ejercicios de impacto (correr, saltar, step, pádel, tenis…) al menos durante las primeras doce semanas, mientras el suelo pélvico no esté fortalecido.
Ejercicios musculares de suelo pélvico: ejercicios de Kegel
Los ejercicios de Kegel se centran en la contracción y relajación de la musculature del suelo pélvico y ayudan a mejorar tanto la fuerza muscualar como su elasticidad. Además, incrementan el cierre uretral.
Pueden empezar a practicarse a partir de las 24 – 48 horas del parto, siempre que no existan molestias en caso de episotomía y, en un plazo de entre cuatro y seis semanas, ya empiezan a notarse las mejoras.
Deben ir acompañados del control de la respiración y se pueden realizer en cualquier momento y en cualquier lugar aunque la postura más cómoda suele ser estando sentada o tumbada.
Antes de empezar
Al principio de cada serie de ejercicios conviene relajar la musculatura del suelo pélvico durante tres o cuatro minutos. Puede hacerse de dos maneras:
- Arrodillada y con el cuerpo inclinado hacia adelante apoyar los antebrazos en el suelo y poner la cabeza entre las manos
- Tumbarse en el suelo, poner las piernas sobre una silla y colocar un cojín debajo de la pelvis
Para cada ejercicio
- Contraer los músculos durante 10 segundos
- Relajar los músculos durante 10 segundos
- Relajar los músculos abdominales al realizar los ejercicios y continuar respirando normalmente
- Intentar mantener un ritmo de respiración durante los ejercicios: relajar los músculos al coger aire y contraerlos al soltarlo
Tabla de ejercicios
Antes de realizer estos ejercicios, es recommendable que el ginecólogo / fisioterapeuta valore el estado del suelo pélvico tras el parto y que se sigan sus instrucciones.