Los beneficios de una vida sexual  activa y satisfactoria, son innumerables.
Qué te excita y mantenerlo vivo, son dos puntos importantes que se consiguen con la práctica.

Pero, ¿de dónde viene la líbido?
Diferentes factores físicos y psicológicos, intervienen en el “disparo del deseo sexual como educación, fantasías, sentimientos, estado hormonal, etc.
La libido femenina cambia según la edad. Aumenta con el tiempo, alcanzando la madurez sexual hacia los 35 años. Pero sobre todo aumenta con la experiencia.
Las hormonas del deseo sexual, son los estrógenos y la testosterona.
• Las mujeres jóvenes tienen más cantidad de éstas hormonas, por eso su deseo sexual es elevado e intenso.
• Las fluctuaciones hormonales del ciclo menstrual normal de la mujer, influyen en la intensidad del deseo femenino. Durante los días que preceden a la ovulación, hay un pico de estrógenos, que aumenta la líbido (excepto si su utilizan anticonceptivos hormonales).
• Durante el embarazo, el deseo sexual aumenta, debido al aumento de las hormonas.
• Tras el parto, se segrega la hormona anti deseo: la prolactina (hormona de la lactancia) y puede disminuir la libido.
• Durante la menopausia, disminuyen las hormonas y ello actúa negativamente en el deseo sexual. Además, la disminución de los estrógenos, provoca sequedad y adelgazamiento de las paredes vaginales, se pierde el tono muscular, la firmeza y elasticidad ……..todo ello da lugar a tirantez y dolor con la penetración.

La disfunción sexual
Se define como la ausencia o reducción significativa del interés o deseo sexual/excitación sexual, presente en la mayoría de las relaciones sexuales, persistente un mínimo de 6 meses, que causa angustia clínicamente significativa y alteración en el bienestar o dificultades en las relaciones interpersonales. Una reducción “pasajera” del interés sexual, no se considera disfunción sexual.
Afecta a la mujer, en todas sus edades. La prevalencia de la disfunción sexual en la mujer se estima que puede oscilar entre el 25% y el 63 %, y sólo una tercera parte de ellas, consulta con un especialista. Por ello es necesaria una actitud proactiva del profesional,  porque generalmente, la comunicación espontánea por parte de la paciente, es muy baja.

Tendemos a asociarla con la postmenopausia, de hecho, el 50%-86% de las mujeres tendrán disfunción sexual en la peri y en la postmenopausia, pero afecta a todas las edades: 27% (entre 18-44 años) y 45% (entre 45-64 años).
Que la mujer tenga menos deseo sexual que el hombre, es un mito, Sí es más fluctuante, dependiendo del estado hormonal y de cuestiones psicosociales como la propia rutina de una relación, el estrés, la falta de satisfacción o comunicación con la pareja, el “aburrimiento sexual”, la pérdida del interés por la pareja, y esto no debe confundirse con la falta de líbido. Es conocido que el motor del sexo está en el cerebro, ligado a emociones.
En las relaciones sexuales la satisfacción personal con ellas es más importante que el número de ellas. Hacer comparaciones no sirve, la valoración de la satisfacción personal, es más importante.

¿Qué influye en la pérdida del deseo sexual o líbido en la mujer?
La ausencia de deseo sexual puede tener diferentes causas, interrelacionadas entre sí.
Físicas: El cansancio físico, la falta de sueño, la fatiga por enfermedades o las propias enfermedades (cardiovasculares, endocrinológicas, neurológicas…) influyen en la libido de la mujer.
Personales
• Relación con la pareja: los expertos señalan que en la mayoría de los casos la falta de deseo sexual de la mujer radica en la conflictividad con la pareja, el distanciamiento, el aburrimiento y la falta de comunicación-confianza entre ambos. Cualquier debilidad psicológica en la pareja se reflejará en la líbido femenina, que es más susceptible en éstos casos que la masculina. Ésta situación emocional es un círculo vicioso: Si no se está a gusto –> baja el interés de uno por el otro –>  no hay ternura–> hay alejamiento–> no hay apetito sexual.
• Stress y cambios de vida importantes, como perder el trabajo, tener y cuidar de los hijos, cambiarse de casa o ciudad, trabajo de alta responsabilidad, eventos emocionantes……pueden sustituir el interés sexual por otros intereses
El stress, en general, puede generar falta de sueño, falta de concentración, inicio en el hábito de fumar, ganar peso……factores,  todos ellos, que actúan negativamente en la líbido de forma independiente.
Psicológicas: El cerebro tiene mucho poder sobre la libido. Es el motor del sexo. Tener una mente abierta no tiene nada que ver con la edad física, influye más bien en la “edad sexual”.
• Enfermedades psíquicas, depresión, ansiedad, conflictos personales
• Educación sexual deficiente ligada a tabúes
• Baja autoestima; cuando una mujer no está conforme consigo misma, negativiza la imagen que tiene de su cuerpo, ejemplo de ello, las mujeres con exceso de peso
Hormonales
• Estrógenos y Testosterona bajos.
• Los anticonceptivos hormonales, al inactivar las hormonas naturales, en “algunas” mujeres, apagan su libido.
• Periodo de lactancia: la vida sexual de una mujer que ha dado a luz, se ve apagada por causas hormonales (la prolactina que se produce durante éste periodo actúa negativamente en la líbido), aunque también la falta de sueño y el cuidado del bebé puede distanciar a la pareja.
Estilos de vida poco saludables
• Ejercicio y estar en buena forma física y mental, mantiene una normal líbido y, por tanto, una vida sexual plena. Lo contrario afecta negativamente.
• El alcohol, merma la libido de la mujer. Tomar una copa puede aumentar el deseo sexual, pero tomadas en exceso, disminuye la libido.
Ingesta de medicamentos
• Antidepresivos (activan la serotonina, neurotransmisor que inhibe el deseo sexual)
• Ansiolíticos
• Antihipertensivos
• Anfetaminas, cocaína, morfina

¿Cómo podemos despertar el deseo sexual?
• Planifica los momentos para mantener RS. Los sexólogos opinan que las relaciones sexuales no tienen por qué ser siempre espontáneas.
• Cuida los preliminares. La mujer puede no sentir deseo, pero ello no significa que no quiera mantener relaciones. Cuidando los preliminares, siendo cariñoso y retrasando el momento del coito hasta conseguir en la mujer una adecuada excitación, el deseo acabará apareciendo.
• Actitud sensual, pon en marcha tu imaginación, muestra satisfacción en las relaciones, fomenta prácticas que conoces y sabes son placenteras, y evita las que no lo han sido en el pasado (esto varía en cada pareja). Si en el pasado inmediato las relaciones fueron placenteras, el esfuerzo merecerá la pena.
• Rompe las rutinas, crea situaciones nuevas e inesperadas (una cena, un viaje…..) que darán emoción y aventura al momento.
• Elige un momento emocionalmente estable. Los problemas emocionales no se solucionan en la cama.
• No busques el orgasmo como meta de una relación. Para un hombre una relación sexual satisfactoria pasa por alcanzar el orgasmo, pero no siempre es así para las mujeres. Paradójicamente, esto es un problema para los hombres, que sienten una gran frustración si no logran que su pareja alcance un orgasmo.
 Terapia de pareja: busca mejorar la comunicación, hablar y comunicarse abiertamente, eliminar las barreras interpuestas, incentivar la ruptura de rutinas e incorporar actitudes creativas e imaginativas, aprender a saber qué desea el otro, a excitarle, a motivarle, a sorprenderle, a proponer cosas nuevas.
• Ingesta de fármacos
 Terapia Hormonal Sustitutiva
 Tibolona
 Andrógenos
 L-Arginina (precursor del óxido nítrico)
 Flinbaserina: de efectos beneficiosos no inmediatos (4 semanas) y máximo en 8 semanas.
 Sildenafilo (píldora azul): de efectos no concluyentes. No indicada en mujeres, en la actualidad.
 La mayoría de fármacos actúan sobre un factor de la sexualidad.

Recientemente han aparecido 2 nuevos fármacos no hormonales (100% naturales) que abordan el problema por diferentes mecanismos y promueven el deseo o interés sexual, la excitación y el orgasmo, y todo ello desde el 2º mes de tratamiento: Libicare® (Píldora dorada) y Gynfeel®

 

 

 

 

 

 

 

 

• Fisioterapia de suelo pélvico: mejora la elasticidad y la musculatura perineal.
• Mejorar la hidratación vulvo-vaginal  y la lubricación : con ello pretendemos romper el círculo vicioso de dolor con las relaciones sexuales (dispareunia) y la consecuente evitación de las mismas , mediante:

  • Tratamientos locales con cremas hidratantes y lubricantes
  • Tratamiento oral con Ospemifeno (Senshio®)
  • Acido hialurónico inyectable (Desirial®): hidrata y tonifica la región genital
  • Laser de CO2: favorece la formación de colágeno hidratando las paredes vaginales y la zona genital, y mejora el tono y elasticidad vaginal

 

Como ves hay muchas terapias que pueden ayudarte.
No dudes en consultar con tu ginecóloga, no sufras en silencio, rompe el tabú hablando de ello.